EL
valor de la educación humanista y la capacidad que la literatura y la alta
cultura tienen para transformar la vida humana en una aventura profunda y
apasionante.
La Cultura siempre significó una suma de factores y disciplinas que, según un amplio consenso social, la constituían e implicaba: la reivindicación de un patrimonio de ideas, valores y obras de arte, de unos conocimientos históricos, religiosos, filosóficos y científicos en constante evolución y el fomento de la exploración de nuevas formas artísticas y literarias y de la investigación en todos los campos del saber. Como tal, la cultura incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, la vestimenta, la religión, los rituales, las normas de comportamiento y los sistemas de creencias.
Desde otro punto de vista, puede decirse que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. Anteriormente todo se regía bajo un mismo sistema de valores, criterios culturales y maneras de pensar, juzgar y comportarse. En nuestro tiempo todo aquello ha cambiado, la noción de cultura se extendió tanto que, aunque nadie se atrevería a reconocerlo de manera explícita, se ha esfumado.
Nuestra sociedad está viviendo cambios de magnitud, estas diversas formas de mirar, sentir la realidad, otorgar significados que, cuestionan un mundo esencialista sostenido en un absolutismo inmerso en la razón, vivir en la confusión de un mundo en el que paradójicamente, como ya no hay manera de saber qué cosa es cultura, todo lo es y ya nada lo es.
Aporte de: Luisa Pérez
La cultura y su desarrollo transforma ampliamente nuestras
perspectiva sobre la misma, poco a poco el termino “cultura” se aleja de
nosotros como manifestaciones artísticas, de aquellas bellas artes que
conocimos, y comienza a integrarse con diferentes expresiones en nuestro día a
día por medio de la industrialización, la tecnología, y la economía. Es por
ello que se crean diferentes expresiones fusionando lo conservador con lo
moderno, lo cual lleva a todas estas expresiones locales y regionales a que se
comercialicen, llegando a globalizarse - cabe aclarar que no todo lo
globalizado es comercial pero si todo lo comercial es globalizado-, aumentó la oferta “cultural” y esto trajo
consigo diversos soportes tecnológicos, los tan comerciales cómics en digital,
periódicos digitales, los libros en pdf, música digital, entre otros; todo esto
está prácticamente al alcance de todos con solo tener a acceso a Internet,
volviéndose esto una práctica socio-cultural, tendiendo al consumismo; con ello
surge la denominada tecnología creativa.
La UNESCO afirma que “un sector que conjuga la creación, la producción y la comercialización de
bienes y servicios en los cuales, la particularidad reside en la
inteligibilidad de sus contenidos de carácter cultural.”. Por tanto la naturaleza
social y cultural influye en la cohesión social, las identidades, la Interculturalidad
y la participación social. Se sostiene que las naciones en vías de desarrollo participan con menos del 1% de las exportaciones de bienes culturales, mientras que, en las regiones del mundo se ha dado un mayor crecimiento de las industrias culturales, como es el ejemplo de Asia, y los países del sudeste asiático, que han tenido un gran desarrollo en artes audiovisuales y videojuegos.
Básicamente las tendencias preocupantes en este campo se enfocan a los países pobres que no tienen acceso a ella, países como estados unidos y la unión europea tienen mayores oportunidades comparadas con regiones con menores posibilidades de producción simbólica, como: Asia, África y América latina. Particularmente en Venezuela, el gobierno se ha encargado de reducir esta brecha existente con respecto a los otros países. Mientras existan proyectos gubernamentales que favorezcan el arte, todos nosotros como ciudadanos seremos beneficiados.
Aporte de: Dubraska del
valle Camargo
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